Uvas de la ira

La política siempre ha tenido algo de espectáculo, pero desde que Donald Trump maneja los destinos del país más poderoso del planeta esta se ha convertido en sub-espectáculo. Ética y estética van de la mano, lo mismo pasa con sus mensajes y el medio (Twiter) que utiliza para darlos a conocer. Sus salidas payasescas revelan el fondo de un circo, donde solo hay una pista: la suya, en la que millones de ciudadanos aplauden.

Autor: Alberto Letona

John Steinbeck fue un magnífico escritor norteamericano nacido en California a principios del siglo XX. El escritor vivió y sintió en sus carnes la “Gran Depresión” de 1929; tenía entonces 27 años. Fruto de aquella desgarradora experiencia, Steinbeck publicó, posiblemente, el mejor de sus libros: “The Grapes of Wrath” ( Las uvas de la ira) que más tarde sería llevado al cine.

En su libro, el autor cuenta las penurias y padecimientos de una familia de agricultores que cree en las promesas de un anuncio. La familia emigra de Oklahoma a California con la esperanza de aliviar su situación. Allí se dan cuenta de la falsedad de la oferta. El impacto de la crisis americana deja a la sociedad en “shock” y destruye los sueños de la familia Joad que había creído a pies juntillas las falsas promesas.

La obra de Steinbeck no ha perdido actualidad, a pesar de que haya pasado casi un siglo desde su publicación. La activista y también escritora, Naomi Klein, nos trae en su libro: “Decir no, no basta”, un recuerdo de aquel desesperanzado mundo. Klein a diferencia de Steinbeck propone al lector un camino reivindicativo, que según nos cuenta, empieza a tomar cuerpo en los Estados Unidos y Canadá.

Caben pocas dudas: en un mundo de pesadillas los sueños venden, y Klein no tiene problema alguno en identificar al actual presidente, Donald Trump, como la mayor pesadilla del mundo de hoy. El multimillonario dirige una economía de casino, como antes dirigió la infame Universidad Trump, hoy clausurada por los escándalos. La enorme angustia económica de muchos de sus conciudadanos ha sido explotada como un reality show. Es verdad que el actual presidente no creó el problema, simplemente lo explotó como si fuera parte de su negocio particular.

Trump es un gran publicista. Como en el libro de Steinbeck, la publicidad ha marcado la vida del presidente americano. La oportunidad le llegó de la mano de un programa: “El Aprendiz” en la televisión.Trump no desaprovechó la ocasión, rápidamente entendió que el programa debía de realzar en su grado máximo un ostentoso modelo de vida con largos y pausados planos de casas palaciegas y jets de lujo. El programa tuvo datos de audiencia impresionantes, y el inquilino de la Casa Blanca no tardó en lanzar todos los productos que le parecían rentables: agua Trump, colonia Trump, gafas Trump, y hasta colchones Trump. El público continuaba soñando.

El miedo al diferente, es decir, al más pobre, ha sido una de las bazas fundamentales de su éxito. La promesa de construcción de un muro infranqueable en la frontera con México y las amenazas de deportaciones masivas de aquellos ciudadanos que vienen de “lugares de mierda”, como los ha calificado recientemente le dieron un buen número de votos.

Una gran mayoría de ciudadanos se quedaron atónitos durante los últimos huracanes que sacudieron el país. Trump apenas hizo acto de presencia. Si lo hizo Help Jet, una compañia que enviaba limusinas a recoger a sus socios para alojarles en complejos de golf de cinco estrellas a cambio de unos pocos miles de dólares. Una vez pasado el temporal los devolvía en jets privados a sus domicilios; “viva un huracán con estilo y sin aglomeraciones” podía haber sido la publicidad diseñada por el propio presidente.

Temo que, pese al razonable análisis de Naomi Klein y sus buenos deseos que comparto, Donald Trump esté aquí para quedarse. Ha pasado ya más de un año, y todo sigue como en “House of Cards”, cambia el inquilino, pero no la agenda política. Las uvas de la ira no están todavía maduras, aunque también pudiera ser que un torpe presidente las pise antes de tiempo.

This article is about a must-read book written by Naomi Klein, a Canadian author. Its title in English: “No is not enough: Resisting Trump’s shock politics”. The book, published by Penguin Random House has been a success. As the author states: “There is a real need to fight Trump’s politics”. The publication accurately describes Trump’s policies.

It is a long time ago now, but the American writer, John Steinbeck, another brilliant American writer who experienced the shock of the Great Depression in his own flesh, consequently wrote “The Grapes of Wrath”. He immediately springs to mind when we read this book.

Uvas de la Ira

 

Naomi Klein, idazle Canadiarrak,” Ezetz esatea ez da nahikoa” izeneko liburua idatzi zuen joan den urtean. Donald Trump, Estatu Batuetako lehendakariren politikak, bertan astintzen ditu.

¿Zelan ailegatu gara gezurrezko diruditen poliitika hauetara? Kontra egiteko gai ez bagara gureak egin du, da Kleinen mezua. Sentsu horretan eta ia mende bat lehenago beste amerikar batek, John Steinbeck, hildo hortatik jo zuen. 27 urte zituenean egin zuen krak Wall Streetek.

Honen ondorioz Depresio Handiak bete-betean jo zituen biztanle pobreenak eta Kaliforniako gizonak “Suminarer Mahatsak” idazteko beta izan zuen. Liburu benetan ederra.